El diablo está en los detalles. Si no fuera así, no estaría despierto a las dos de la mañana, escribiendo esta entrada. Acabo de terminar el protocolo, esa hoja, que tanto se agradece, que pone con quien te ha tocado en suerte sentarte.

Mesa de boda

Os reconozco que hacer la distribución de mesas es más difícil de lo que parece. Por un lado sabemos que se lo acaba uno pasando bien en casi cualquier lugar, pero nosotros también intentamos que todo el mundo esté con quien se lo pueda pasar bien. No es fácil. Para mi próxima boda con Nuria me escribo un programa de optimización.

Espero que todo el mundo tenga claro como llegar al sitio de la celebración. Ya dejé un plano aquí, os aseguro que no tiene pérdida. Si yo soy capaz de llegar, puede cualquiera.

Seguiré trabajando, me queda acabar alguna cosa de la música (sí, va a haber música). Confieso que empiezo a estar hasta los huevos de mi propia boda.